El líquido de frenos, también llamado líquido de frenos, es vital para el sistema de frenado hidráulico. Pero, ¿qué es exactamente y por qué es tan importante el líquido de frenos? ¿Con qué frecuencia hay que cambiarlo? Aquí están las respuestas a estas preguntas, con más consejos sobre cuándo cambiar el líquido de frenos.
Líquido de frenos: ¿qué es?
El líquido de frenos es la solución líquido-química utilizada en los sistemas de frenado hidráulico de automóviles. Es un producto específico diseñado para amplificar la fuerza del pie sobre el pedal durante la frenada y transformarla en presión sobre los frenos del coche. Sin líquido de frenos, sería mucho más difícil frenar y esto daría lugar a numerosos problemas, tanto en términos de seguridad como de corrosión de las partes mecánicas del vehículo.
Líquido de frenos y viscosidad
El líquido de frenos debe formularse correctamente para lograr la máxima eficacia. En primer lugar, la necesidad de un grado de viscosidad constante en amplios rangos de temperatura (la viscosidad indica la resistencia de un fluido a fluir). La mejor forma de determinar el tipo de líquido de frenos adecuado para tu coche es consultar el manual del fabricante o consultar a tus expertos de confianza, quienes podrán recomendarte el líquido con la viscosidad y base más adecuada (la mayoría de los líquidos de frenos). a base de glicol o silicona: se trata de dos tipos diferentes de sustancias que nunca deben mezclarse).
Líquido de frenos y punto de ebullición
En segundo lugar, el líquido de frenos debe caracterizarse por una notable resistencia a las altas temperaturas (alto punto de ebullición). Esto se debe a que la fricción de las pastillas de freno genera mucho calor: si el calor alrededor de los frenos hiciera que el líquido alcanzara su punto de ebullición, el líquido se desvanecería y los frenos perderían eficacia.